domingo, 21 de marzo de 2010

PAPI, ¿CUÁNTO GANAS POR HORA?



En el mismo momento en que lo vio llegar a casa, un niño le preguntó a su padre: ¿Papi, cuánto ganas por hora? Así, con voz tímida y ojos de admiración, un pequeño lo recibía al término de su trabajo. El padre miró con rostro severo al niño y repuso: Mira, hijo, esos datos ni tu madre los co-noce, no me molestes que estoy cansado. Pero, papi insistía, sólo es una pre-gunta: ¿cuánto ganas por hora? La reacción del padre esta vez fue menos severa y contestó: Bueno, hijo, pues $ 10.000 la hora. Papi, ¿me podrías prestar $ 5.000? pre-guntó de inmediato el pequeño. El padre montó en cólera y tratando con brusquedad al pequeño le dijo


¡Así que era esa la razón de saber lo que gano! ¡Vete a dormir y no molestes, muchacho aprovechado! Al caer la noche, el padre había meditado sobre lo sucedido y se sentía culpable. Tal vez su hijo quería comprar algo. En fin, queriendo descargar su conciencia se asomó al cuarto de su hijo. ¿Duermes hijo? preguntó el padre. No, papi, dime contestó entredormido. Aquí tienes el dinero que me pediste res-pondió el padre. Gracias papi, contestó con alegría el pe-queño. Y metiendo su manito bajo la almohada sacó otros billetes. Papi, ahora ya lo completé todo: tengo los $10.000. ¿Me podrías vender una hora de tu tiempo? ¿Qué tanta, atención prestas a tus hijos? ¿Alguna vez has pensado en la soledad, la inseguridad o los miedos de los niños?

miércoles, 3 de marzo de 2010

VIDA



En verdad, todo lo que existe es «vida». Incluso aquel las criaturas que normalmente llamamos «sin vida», son vivientes.
La forma normal de su existir puede haber cesado, y en
este caso, nosotros las llamamos «muertas», sin vida; pero
con el cese de esta vida, una nueva forma de existencia
aparece. El proceso de disolución, crea vida por sí mismo.
Todo aquello que es, vibra. Todo objeto existente consiste
en moléculas moviéndose continuamente
.

El Libro Tibetano



La moderna sociedad industrial es una religión fanática. Estamos demoliendo, envenenando, destruyendo todos los sistemas vitales del planeta. Estamos firmando letras que nuestros hijos no podrán pagar... Nos comportamos como si fuéramos la última generación que va a vivir en el planeta. Sin un cambio radical de corazón, de mente, de visión, la Tierra acabará como Venus, calcinada y muerta?